Es el trabajo de un lunático: miles de placas fotográficas que se acumulan pero que no avanzan hacia ningún lado, un conjunto de movimientos que no cesan de expandirse pero que solo consiguen girara en falso. Un registro infinito de gestos, acciones y actitudes que no responde a un inatento coherente de sistematización sino que parece exclusivamente motivado por una voracidad desaforada e insaciable. En un buen día de trabajo Muybridge, podía obtener entre quinientos y seiscientos negativos. Así, de 1884 a 1885, durante una estadía en la Universidad de Pensilvania, produjo más de cien mil fotografías y de allí selecciono unas veinte mil para Animal Locomotion.
Oubiña, David, Una juguetería filosófica: cine, cronofotografía y arte digital, Buenos Aires, Manantial, Pág 86. 2009.
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